No obstante les he dado un espacio (chiquitito) en mi colección "porschista" a esos eternos bastardos que deambulan por hipermercados y persas (mercado de pulgas) del mundo y su destino no es otro que las manos de niños que (como debe ser en este caso) los estrolan contra el piso y contra otros autos.
A mi me sirve ir "juntando" estos cochecitos como para matar la ansiedad y el aburrimiento en esos tediosos "paseos por el supermercado".
Nota: nuevamente he decidido publicar mis Porsche más pequeños, ya que ha ido aumentando mi colección y además decidí tomarles unas fotos en un nuevo escenario (http://papermau.blogspot.com.ar/). Espero que les guste.
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