lunes, 29 de agosto de 2016

Porsche 911 (typ 996) Targa (2002)

Modelo: Porsche 911 (typ 996) Targa(2002).
Marca: High Speed.
Origen: China.
Escala: 1/43.
Construcción: Carrocería en fundición; componentes en plástico duro y rueditas con cubiertas de goma.
Colección Porsche Editorial Planeta DeAgostini, 2003.

Imágenes reales del modelo.
Un poco de historia del modelo:
Porsche 911 Targa - Un Carrera con techo de cristal y luna trasera practicable.
La versión Targa está basada en el 911 Carrera y se caracteriza porque tiene un techo de cristal practicable con mando eléctrico. Lleva el mismo motor bóxer de 3,6 litros con 320 CV y se puede adquirir con cambio manual de seis velocidades o con cambio automático de cinco marchas y mando secuencial en el volante, denominado «Tiptronic S».
Cuando se abre, el techo corredizo de cristal se esconde bajo la luneta trasera; ya el anterior 911 (serie 993) tenía un techo de similares características. La diferencia principal es que en el anterior Targa (993) los elementos del techo de cristal llegaban a rozar entre ellos en situaciones de torsión y producían incómodos chasquidos, mientras que en el nuevo 911 Targa se ha realizado una estructura de goma sobre la que se apoyan todos los elementos de cristal, de modo que se han evitado dichos chasquidos y se ha mejorado la insonorización y la estanqueidad.
Otra novedad que diferencia al nuevo Targa es que es el primer y único Porsche 911 que tiene una luna trasera practicable, elemento que hace más fácil y práctica la carga y descarga de ligero equipaje sobre sus plazas traseras. Con el respaldo de los pequeños asientos traseros abatidos, se crea un espacio de carga adicional de 230 litros (además de los 130 litros del maletero). Cuando se abre totalmente la luneta practicable se encienden dos luces para facilitar la visión en el interior.
Mecánicamente, el 911 Targa es idéntico que un 911 Carrera Coupé, aunque la suspensión ha sido adaptada a su mayor peso. En la práctica, no da sensación de haber perdido ni agilidad ni eficacia. El aumento de peso se debe a los motores eléctricos que mueven el techo, al cristal (que es de construcción similar a la luna frontal) y a los refuerzos necesarios para no perder rigidez.
Porsche ha aplicado refuerzos a los tres pilares del techo, sobre todo en el marco del parabrisas, que tiene un refuerzo similar al del 911 Cabrio. Consiste en una barra de acero de alta resistencia de 30 mm de diámetro. Porsche ha probado a cargar el coche al máximo, subir dos ruedas en un escalón de 15 cm y comprobar que, tanto el techo de cristal como la luneta trasera practicable se abren y cierran perfectamente.
El Porsche 911 Targa pesa 1.490 kg; 70 kg más que el 911 Carrera Coupé y 10 menos que el 911 Cabrio. Este incremento de peso hace que la aceleración de 0 a 100 km/h sea similar a la del Cabrio, que lo hace en 5,2 segundos, frente a los 5,0 segundos del cupé. En cualquier caso, la velocidad máxima no varía: 285 km/h para el manual y 280 para el Tiptronic S. El 911 Targa consume lo mismo que el 911 Coupé (11,1 l/100 km), tiene los mismos desarrollos de transmisión e idénticos frenos y neumáticos. Opcionalmente puede llevar también llantas de 18 pulgadas de diámetro con neumáticos más anchos (225/40 ZR 18 delante y 285/30 ZR 18 detrás).
El primer Porsche 911 Targa se presentó en 1968. Aquel modelo se caracterizaba porque se desmontaba en una pieza la parte superior del techo, al igual que en el resto de los 911 Targa aparecidos hasta 1996. En dicho año apareció el 911 Targa de la serie 993 con un novedoso techo de cristal practicable que se desplazaba hasta esconderse bajo la luna trasera, similar al del nuevo 911 Targa (serie 996).
El diseño del techo de cristal practicable del 911 Targa está realizado por los especialistas de Car Top Systems, empresa participada al 50 % por Porsche y Mercedes y que ha desarrollado también los techos practicables del Porsche 911 Cabrio y Boxster, el Mercedes SLK y SL, el Ferrari 360 Spider o el Saab 9-3 Cabrio, entre otros.
El panel de cristal (realizado en vidrio laminado e inastillable) está montado sobre un bastidor modular y a la fábrica de Porsche llega completamente preparado para ser fácilmente unido desde abajo con la estructura de la carrocería mediante tornillos. La superficie de este techo es 1,54 m² y se puede abrir hasta dejar un espacio de 0,45 m², lo que equivale, aproximadamente, al doble de un techo corredizo normal. Este techo de cristal puede deslizarse hasta 51 cm y lo hace por debajo de la luneta trasera. Al mismo tiempo, se despliega un pequeño deflector en la parte delantera para evitar turbulencias y ruidos.
A diferencia del techo de cristal deslizante del anterior Targa (serie 993), el nuevo está apoyado sobre una estructura de goma que evita ruidos y realiza un mejor sellado entre las distintos elementos de cristal, impidiendo así filtraciones de agua y mejorando su nivel de insonorización.
Para abrirlo o cerrarlo hay que pulsar un botón situado en la parte central del salpicadero, operación que requiere siete segundos. Otra opción de apertura y cierre del techo es a través del mando a distancia de la llave: pulsando el botón del cierre centralizado de forma continua se abren o cierran automáticamente el techo y las ventanillas laterales. El techo se puede abrir por completo o dejar en cualquier posición intermedia.
Otro mando situado en el salpicadero, a la derecha del que mueve el techo de cristal, sirve para desplegar una cortinilla de material textil situada bajo el techo. Pulsando una sola vez el botón, la cortinilla se abre o cierra por completo de forma automática, pero manteniendo el mando pulsado se puede dejar en cualquier posición.
Una novedad que diferencia al nuevo Targa es que es el primer Porsche 911 que tiene una luna trasera practicable, elemento que hace más fácil y cómoda la carga y descarga de pequeños elementos sobre las plazas traseras. Dicha luneta practicable tiene resistencias térmicas antivaho, puede tener limpiaparabrisas (opcional) y se abre hacia arriba en forma de compás mediante muelles neumáticos. Se puede abrir de dos maneras: mediante el botón situado en el largero que hay a la izquierda del asiento del conductor, al lado de los mandos eléctricos de apertura del capó y el maletero, o a través de un botón específico situado en el mando remoto de la llave. También tiene un mecanismo servoeléctrico que la cierra de forma automática.
Porsche ha podido hacer practicable la luneta trasera sólo en el Targa porque es 18 cm mayor que la del Carrera Coupé (de 74 cm de alto) y queda un hueco más que suficiente para poder cargar pequeño equipaje en las plazas traseras, algo que en el Carrera no sería posible.
Curiosamente, la forma del techo de cristal ha incrementado ligeramente el espacio interior del 911 Targa respecto al 911 Carrera Coupé, aunque las cotas de anchura y espacio para las piernas no han variado. Lo que cambia es la altura libre hasta el techo y el volumen de carga sobre el respaldo abatible de los asientos traseros, que incrementa su volumen hasta 230 litros (30 litros más). Además, en la parte delantera del coche encontramos un maletero de 130 litros, cuya tapa se puede abrir también con el mando a distancia de la llave.
La altura interior es hasta 3 cm mayor delante y 2 cm mayor detrás, si bien las plazas traseras siguen siento pequeñas, sólo utilizables por niños. Con el techo de cristal abierto, la cosa cambia y la altura en los asientos traseros se reduce hasta 5 con respecto al Carrera Coupé diferencia de espacio entre el Targa y el Carrera).
El Targa tiene el mismo motor, caja de cambios (manual o automática Tiptronic S), frenos y dirección que el Carrera.
Sin embargo, tiene una suspensión adaptada para su mayor peso. Con esto, en Porsche han conseguido equilibrar la diferencia de peso y conseguir una estabilidad y unas reacciones similares en el 911 Targa.
Y el equilibrio conseguido ha sido perfecto porque creo que la única manera de saber cual de los dos es más rápido es con el cronómetro en mano. Yo no aprecio ninguna diferencia entre conducir el 911 Targa o un 911 Carrera, las reacciones son las mismas, la sensación de estabilidad es igual de elevada y no tenemos sensación aparente de que corra menos. Los refuerzos realizados en el techo resultan eficaces y no se aprecian torsiones de carrocería que provoquen ruidos.
El techo de cristal practicable me ha parecido bien hecho. Tiene un ajuste perfecto, se abre y cierra con una enorme facilidad y no he escuchado ruidos ni crujidos procedentes de él. La apertura y cierre es muy silenciosa (accionado por dos electromotores) y la sonoridad interior, con el techo cerrado, me ha parecido similar a la del 911 Carrera Coupé.
Al abrir el techo de cristal, se levanta en la parte delantera un deflector que resulta muy eficaz y evita incómodas turbulencias interiores. Se puede ir a 200 km/h con el techo completamente abierto sin que resulte molesto para los pasajeros delanteros.
El único inconveniente que le veo es que la visibilidad hacia atrás queda considerablemente reducida cuando llevamos el techo de cristal abierto (y si llevamos la cortinilla sin recoger ya no se ve absolutamente nada por el retrovisor central). El problema no es que el techo de cristal se superponga a la luna trasera, sino que la parte trasera del techo queda un poco alta y nos corta la visión del cuarto inferior de la luneta.
En el anterior Porsche 911 Targa (serie 993), el techo de cristal se deslizaba hacia atrás más que en el actual y este problema de visibilidad no era tan grande. Por otro lado, a mí me da la sensación de que en el anterior Targa quedaba en el techo un hueco abierto más amplio que en el nuevo (serie 996).
Si no abrimos el techo por completo, sino que lo dejamos en la mitad o en un punto intermedio, el carrete en donde se recoge la cortinilla semitransparente queda completamente en medio de la visión y apenas podemos ver lo que viene detrás.
Este techo de cristal aporta también una mayor luminosidad interior. Como lo he probado un día nublado no puedo decir si también resulta más caluroso el interior, aunque la cortinilla creo que es capaz de evitar en buena medida un aumento de temperatura en el habitáculo cuando hace mucho sol.

Fuente: http://www.km77.com/

Imágenes de la miniatura.
 Detalle del techo de cristal
Pro: Me gusta mucho esta versión "cristalada" del 911, aunque no tanto como los otros Targa de la marca.

Contra: No puedo encontrarle fallas a esta miniatura.

sábado, 6 de agosto de 2016

Porsche 911 (996) Carrera 4 Coupé (2001)

Modelo: Porsche 911 (typ 996) Carrera 4 Coupé (2001).
Marca: High Speed.
Origen: China.
Escala: 1/43.
Construcción: Carrocería en fundición; componentes en plástico duro y rueditas con cubiertas de goma.
Colección Porsche Editorial Planeta DeAgostini, 2003.

Imágenes reales del modelo.
Un poco de historia del modelo:
En el año 1997 la cuarta generación del Porsche 911 estaba agotada y se produjo el lanzamiento de la quinta generación, con importantes modificaciones tanto a nivel técnico como estético. Este nuevo modelo representaba el mayor cambio evolutivo desde que el 911 naciera, en un lejano ya año 1963, pero la marca sabía que necesitaba este radical paso adelante si quería mantener la competitividad de su modelo estrella en el nuevo milenio frente a la cada vez más nutrida competencia.
Estos cambios no fueron bien recibidos por muchos de los seguidores más puristas del mítico deportivo germano y aún hoy en día, a pesar de su indudable éxito de ventas, los modelos de esta generación son los que alcanzan una menor cotización en el mercado de segunda mano.
Pese a todo, la estructura fundamental del modelo seguía siendo la misma, se trataba de un deportivo con una configuración de asientos tipo 2+2, tracción trasera (o total) y con el motor bóxer de 6 cilindros situado justo por detrás del eje trasero, es decir, la disposición clásica de todo buen 911…
Pero la modificación más importante consistió en la adopción de la refrigeración líquida en esta nueva versión del propulsor, basándose en la experiencia adquirida con el 911 GT1 (ya mencionado en el capítulo anterior) y con el Porsche Boxster (que sirvió de conejillo de Indias para probar algunas de estas innovaciones y con el que compartía un gran número de componentes). Esta evolución era necesaria no sólo ya para obtener más potencia y par, aparte de un menor nivel de ruido y una mejor estabilidad térmica, sino por las cada día más restrictivas normativas anticontaminación vigentes en los mercados más importantes para el deportivo germano (como el norteamericano…)
Además en esta nueva etapa la cilindrada se redujo desde los 3,6 litros (3.600 cc) de la generación 993, hasta los 3,4 litros (3.387 cc) de la 996, pero gracias a la nueva gestión electrónica utilizada, como siempre firmada por Bosch (Motronic ME 7.2) el resultado final brillaba hasta alcanzar una potencia máxima de nada menos que 300 CV, lo que permitía mejorar las ya de por sí excelentes prestaciones del modelo precedente.
En el apartado estético también se produjeron fuertes discusiones entre los aficionados pues, aparte del nuevo diseño general de la carrocería más moderno y aerodinámico, y de que sus dimensiones habían crecido, por vez primera sus característicos faros ovalados abandonaban dicha forma para pasar a integrar los intermitentes y las luces de carretera, perdiendo una de sus más importantes señas de identidad, en una disposición que sería abandonada en la siguiente generación dado el poco éxito obtenido.
Aunque los cambios eran importantes la evocadora silueta del 911 era reconocible desde el primer vistazo, a pesar de que para algunos críticos la mejor aerodinámica había tenido como consecuencia la pérdida de cierto carácter en sus líneas, dilapidando la musculosa apariencia de la generación anterior. Pese a ello la nueva carrocería trajo consigo una disminución del coeficiente de resistencia aerodinámico (que pasó de 0,34 a apenas 0,30), a pesar de la mayor superficie frontal, y además se consiguió que ambos ejes se mantuvieran más asentados sobre el asfalto a las altas velocidades que era capaz de alcanzar.
Procedamos ahora al habitual repaso de todas las versiones que se fabricaron del Porsche 911 en su quinta generación:
Como es lógico el primer modelo en ver la luz fue el 911 Carrera 3,4 Coupé, en octubre de 1997. Fruto de todas las modificaciones anteriormente descritas ofrecía una potencia máxima de 300 CV a 6.800 rpm y un par máximo de 350 Nm a 4.600 rpm, lo que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos, o realizar el kilómetro con salida parada en 24,2 segundos, además de alcanzar una velocidad máxima de 280 km/h.
Hubo que esperar hasta el año siguiente (abril de 1998) para que apareciese el 911 Carrera 3,4 Cabrio, que equipando el mismo propulsor, y debido al ligero incremento de peso necesario para no disminuir la rigidez (1.395 kg), perdía ligeramente en el apartado prestacional, realizando en 5,4 segundos el 0 a 100 km/h, o en 24,5 segundos el kilómetro partiendo de parado, aunque igualando la velocidad máxima, establecida en 280 km/h.
No fue hasta octubre de 1998 cuando se lanzaron las versiones dotadas de tracción total, es decir los 911 Carrera 4 3,4 Coupé y 911 Carrera 4 3,4 Cabrio. Por lo que respecta al primero de ellos, al inconveniente del mayor peso, derivado del uso de la tracción total (1.375 kg), se contraponía la ventaja que le otorgaba a la hora de obtener una mejor motricidad, con lo que era capaz de batir a la versión de tracción trasera en todas las mediciones, empleando 4,8 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h ó 23,8 segundos en realizar el kilómetro desde parado. La velocidad máxima era de 280 km/h. La versión Cabrio, con un peso final de 1.450 kg, tenía unas prestaciones un poco más modestas, con 5,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h ó 24,5 segundos para cubrir el kilómetro partiendo desde parado. La velocidad máxima era también de 280 km/h.
Fuente:http://noticias.coches.com/


Fotos del modelo a escala 1/43.
Pro: Me gusta el modelo, lo veo más armónico que su "hermano" de 1997.La miniatura está bastante bien lograda.Hermosas llantas.

Contras: No le encuentro fallas, aunque quizá es "demasiado amarillo" y parece ocultar los detalles de carrocería.