lunes, 28 de febrero de 2022

Porsche 918 Spyder "hard top" (2013)

 

Modelo: Porsche 918 Spyder.

Fabricante: Welly.

Escala: 1/36.

Origen: China.

Construccion: Carroceria en fundicion, plasticos duros y ruedas de goma. Funcionamiento “a friccion”, además abre sus puertas.

Colección: Deportivos de Leyenda, Clarin.

Imagenes del modelo real:




Un poco de su historia:

En el imaginario colectivo, un Porsche es siempre un vehículo de tecnología avanzada y altas prestaciones que, sin embargo, puede utilizarse a diario.

Eso es algo que los ingenieros de la marca de Stuttgart tuvieron bien presente al recibir el encargo de diseñar un nuevo supercoche. Así, el 918 Spyder encarna la esencia característica de la compañía: combina una tecnología extraordinaria con unas excepcionales prestaciones respeta el medio ambiente y consume menos que un utilitario. Son estos unos objetivos que no resultan fáciles de alcanzar, teniendo en cuenta también otros aspectos clave en la concepción de un superdeportivo moderno, como la propulsión y la tracción híbridas o las ruedas traseras direccionales. Pero en Weissach, sede del Departamento de Carreras de Porsche, dónde nació el 918 Spyder, tienen otra ventaja: el know-how derivado de décadas de competición de alto nivel que les permite conocer de antemano los efectos y las consecuencias que se derivan de la aplicación de una idea, un concepto, un elemento innovador.

El 918 Spyder combina una gran cantidad de información derivada del desarrollo de los coches de carreras Porsche. La estructura portante se basa en el llamado "rolling chassis", una antigua tradición de los coches creados en Weissach, mientras que su motor tiene origen en el RS Spyder LMP2 de competición y la propulsión híbrida es la que se había probado con éxito en el 911 GT3 R Hybrid.

A su vez, todos los elementos que incorpora el 918 han sido perfeccionados y están a disposición de ser transferidos a algún modelo futuro.

Pero tanta innovación tecnológica no debe confundirnos, y así el 918 Spyder, a pesar de su alma competitiva, es un coche que puede disfrutarse en cualquier situación, de manera fácil e intuitiva, gracias a los diferentes ajustes a disposición del conductor, lo que hace de él un coche pensado para un público amplio.

Sorprende que un coche de estas características, con una potencia máxima exorbitante, incluso teniendo en cuenta solo la unidad motriz térmica, declare consumos increíblemente bajos 3l/100 km, menos que muchos utilitarios. La tracción híbrida, con dos motores eléctricos adicionales, cada uno en uno de los dos ejes, lo hace posible junto con la gestión electrónica del motor, que varía en función del uso del coche, la velocidad de desplazamiento y el tipo de superficie de la carretera.

En un coche de este tipo, la aerodinámica, la distribución del peso y la elección del centro de masas son fundamentales. Con una clara estética Porsche, el 918 Spyder ofrece soluciones aerodinámicas de vanguardia, como los difusores delanteros móviles en la parte inferior del chasis o el alerón trasero ajustable. La batería, el alma del corazón eléctrico del coche estás situada en una posición central baja, que favorece las condiciones térmicas para su óptimo funcionamiento y sobre todo concentrar las masas y baja el centro de gravedad, que queda situado aproximadamente a la altura de los cubos de las ruedas, una posición ideal para garantizar una excelente dinámica de conducción

Vanguardia técnica.

Técnicamente, el Porsche 918 Spyder es una suma de soluciones de vanguardia, derivadas en buena medida de elementos probados en competición por la marca de Stuttgart pero adecuadas para un coche de carretera, incluso en el uso diario. El propulsor térmico es un V8 de 3,4 litros derivado de la unidad motriz del RS Spyder de competición (el barchetta utilizado en las American Le Mans Series entre 2005 y 2010) con lubricación de cárter seco y una potencia de 608 CV a 8700 rpm.

A esta unidad térmica se le añaden dos propulsores eléctricos suplementarios, uno para cada eje: el trasero entrega 115 KW (156 CV), y el delantero, 95 KW (129 CV). Las cifras totales son sorprendentes: 210 KW (285 CV) en conjunto para las unidades eléctricas, con un máximo de 1280 Nm. El sistema de acumulación de energía se confía a una batería de iones de litio refrigerada por líquido situada tras la célula de carbono del habitáculo. La actividad de los motores eléctricos prevé la generación y recuperación de energía durante el frenado, energía que vuelve a ponerse en circulación durante la conducción (que también puede ser totalmente eléctrica, con una autonomía de 30 km.) lo que reduce drásticamente el consumo y las emisiones de CO2. La transmisión es de tracción trasera, pero un sistema integral híbrido permite también la combinación de los motores, de combustión y eléctrico, que accionan en eje trasero, con el segundo motor eléctrico, el que actúa para el propulsar el eje delantero.

El eje trasero es direccional, con un sistema que actúa individualmente sobre cada rueda. Su ángulo máximo de giro es de 3º en ambas direcciones y actúa en función de la velocidad de crucero. A baja velocidad, el sistema dirige las ruedas traseras en dirección contraria a las delanteras, para atacar las curvas de manera decidida y con mayor precisión, ya que reduce el diámetro de giro. A velocidades más altas, el sistema dirige las ruedas traseras en la misma dirección que las delanteras, con lo que aumenta la estabilidad de la parte trasera.

El chasis, derivado también del know-how de Porsche en el campo de la competición, garantiza una alta rigidez a la torsión gracias a una estructura especial realizado en material polimérico reforzado con fibra de carbono. Cuenta, además, con elementos de refuerzo adicionales en las partes delantera y trasera para absorber y reducir la energía cinética en caso de impacto. Gracias al uso de esta tecnología especial, su peso en vacío es de unos 1640kg (en la versión Weissach), un valor excepcionalmente bajo para un vehículo híbrido

Electroshock.

La presentación del concepto del 918 Spyder se remonta a 2010, cuando en el Salón del Automóvil de Ginebra la marca de Stuttgart anunció su intención de crear un superdeportivo híbrido, proyecto que se haría oficial tres años más tarde, en el Salón del Automóvil de Atlanta de 2013. Entretanto, una larga serie de pruebas y ensayos, pero también un proyecto paralelo que culminó con la presentación del 918 RSR presentado en el Salón del Automóvil de Detroit de 2011. Se trataba de una versión claramente destinada a la competición, que tenía sobre todo la función de ser un laboratorio rodante para experimentar con algunas soluciones alternativas en el ámbito de las máximas prestaciones de la propulsión híbrida.

La principal diferencia entre el 918 Spyder y el 918 RSR era la distinta configuración de la parte eléctrica: en el RSR, pues en lugar de utilizar el sistema plug-in con tecnología híbrida, se adoptó un sistema kers alojado en el habitáculo, junto al conductor. Se trataba de una unidad compuesta por un volante de inercia capaz de girar a 36000 rpm, aprovechando la energía disipada durante el frenado, que a continuación proporcionaba, a petición del conductor, la energía almacenada a los dos motores eléctricos del coche y posicionados para mover el eje delantero. La potencia total desarrollada por el RSR era de 767 CV, de los cuales 563 CV los generaba el motor térmico, un V8 de 3,4 litros alimentado a gasolina, y los 204 CV restantes, las dos unidades eléctricas.

También desde el punto de vista estético, el RSR se diferenciaba del 918 Spyder, en primer lugar, el techo era fije, por lo que ya no permitía una configuración descapotable, además las puertas tenían un mecanismo de apertura de tijera. También contaba con un gran alerón trasero unido a la cola, así como numerosos elementos aerodinámicos adicionales insertados en la parte frontal. Las ruedas, finalmente de 19", con una sola fijación central.

La estética elegida para el 918 RSR fue un homenaje a los grandes Porsche 917 del pasado: el número 22 era el que llevó el ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1971; y el color, el nuevo "Blue Liquid Metal" de base, y la larga banda longitudinal naranja recordaban la librea de los coches oficiales de la temporada 1970-1971 de la escudería Gulf-Wyer Engineering.

El interior, más allá del sistema kersen el lugar del asiento del pasajero, era muy parco como suele ser en un coche de carreras, con la consola central equipada con interruptores para las distintas funciones. El RSR nunca ha entrado en la pista oficialmente. Sí que lo han hecho, en cambio, en el legendario Nürburgring, algunas unidades especiales. El 11 de setiembre de 2013, conducido por el piloto oficial Marc Lieb, un Porsche 918 Spyder fue el primer coche homologado para carretera en batir la marca de los 7 minutos para recorrer los 20,8 km del trazado alemán. El coche estaba equipado con el paquete opción al Weissach, un kit de aligeramiento de peso. Fue el preludio de la comercialización de las 918 unidades previstas para la producción final.

Fotos del modelo a escala:









Pro: es una miniatura facilmente conseguible, con un precio adecuado a su categoria, ademas me encanta el modelo.

Contras: no podemos pedirle mucho por ser un "autito de kioscos", le faltan detalles finos, tiene exceso de pintura y tiene algunas proporciones equivocadas.



martes, 1 de febrero de 2022

Porsche 959 Coupe (1986)

 

Modelo: Porsche 959 coupe (1986).

Fabricante: Ixo, Altaya.

Escala: 1/43.

Origen: China.

Fabricacion: carrocería en fundicion, plasticos duros y rueditas con llantas de goma.

Colección: Dream Cars.

Fotos del modelo real.






Un poco de historia del auto.

El 959.

El 959 pasará a la historia como la encarnación definitiva del 911. Se trataba del superauto más ágil, de mayor potencia (hasta la generación del 996 GT) y tecnológicamente más avanzado que jamás emergería de las puertas de la fábrica de Stuttgart. El 959, que hizo su debut en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1983, se concibió originalmente como un estudio de diseño para la entrada de Porsche en las competencias automovilísticas del Grupo B, que incluían coches aptos tanto para correr en Le Mans como para superar el extenuante rally del desierto: El París-Dakar. En aquel tiempo, y aun en la actualidad, para que el 959 fuera admitido en las competiciones del Grupo B y cumpliera los criterios de homologación, Porsche estaba obligado a fabricar por lo menos 200 ejemplares del modelo. Sin embargo, en lugar de seguir el camino de otras marcas, que se limitan a construir algunos cientos de coches de competición absolutamente inadecuados para la carretera, Porsche prefirió aprovechar la oportunidad para demostrar la versatilidad de sus nuevos adelantos tecnológicos. Además, no se puede olvidar el pequeño detalle de que el 959 fue el primer coche de producción en serie capaz de superar los 320 km/h, lo que le permitió a Porsche codearse con su rival más próximo: Ferrari.

Pero, en lugar de la transitoria coyuntura que todos esperaban, Porsche se encontró con un balón de plomo. Las operaciones industriales que tuvieron que ser llevadas a cabo en toda Alemania durante el desarrollo del modelo, así como su enorme complejidad , retrasaron el proyecto, que planteó problemas casi irresolubles incluso a los experimentados ingenieros de Porsche. Por añadidura, se produjo una serie de trágicos accidentes durante algunas carreras del campeonato mundial de rallys, con automóviles del Grupo B como el Lancia Delta S4 y el Ford RS 2000. Esto significaba que, antes de que el 959 estuviera definitivamente listo para competir, los rallys del Grupo B ya habían pasado a la historia. Sin embargo, no se perdieron todas las aspiraciones del 959 en este campo, pues René Metge obtuvo con este coche una victoria absoluta en la edición de 1986 del París-Dakar.

El 959 diseñado para la carretera era un automóvil excepcional. Su forma, derivada del 911, fue el resultado de una serie de mejoras llevadas a cabo en intensas pruebas en el túnel de viento, destinadas a potenciar la aerodinámica del coche, y al mismo tiempo mejorar la penetración a altas velocidades. Exceptuando las puertas y el capót del motor (fabricados en aluminio), la carrocería del 959 reunía una combinación de plásticos deformables del tipo PUR-RIMM (para la parte delantera) y de fibra de vidrio reforzada con kevlar (con que se fabricó el resto de los paneles del coche), empleando métodos de producción propios de la industria aeronáutica.

Debajo de la carrocería del 959 late un genuino tour de force tecnológico. Porsche había insistido en que el 959 debía equipar una transmisión con tracción a las cuatro ruedas, lo que, como era de esperar, se realizó de manera sobresaliente. En lugar de recurrir a algún sistema de tracción integral existente (como el de los Audi), Porsche decidió desarrollar un sistema que no sólo fuera capaz de ofrecer los beneficios inherentes a la tracción total, sino que además resolviera con eficiencia los complejos problemas típicos de estos sistemas cuando se alcanzan velocidades límite, como la dificultad de obtener buenas respuestas y precisión en la dirección cuando la tracción recae en las ruedas traseras o, todavía más importante, el problema de la distribución par y potencia entre el eje delantero y trasero durante la aceleración, en superficies diversas y en condiciones cambiantes.

La transmisión del 959 representó una evolución compleja y costosa para Porsche, pero también resultó esencial, pues el motor del 959 compartía su calidad. Localizado en la parte trasera, el motor boxer de 6 cilindros significó un gigantesco salto hacia adelante para Porsche en términos de investigación y desarrollo. Las culatas de los cilindros estaban refrigeradas por agua y disponían de su propio sistema particular de enfriamiento , con radiadores montados detrás de las ruedas traseras, pero el bloque de aluminio del motor estaba enfriado por aire. Se dispusieron asimismo 4 válvulas por cilindro, con válvulas de escape rellenas de sodio.

Las bielas estaban fabricadas en titanio, y la lubricación de este último se efectuaba mediante el sistema de cárter "seco". Los dos turbocompresores KKK estaban refrigerados por agua y estaban provistos de sendos intercoolers, y se combinaban con un sistema de carga de doble secuencia que reducía el retraso del turbo y permitía respuestas de aceleración más vivas. si además se añade la instalación del novedoso sistema de gestión Bosch Motronic, el 959 resultaba prácticamente imbatible. La potencia máxima de este coche para carretera era de 450CV a 6.500 rpm, con un par motor de 51 kg-mt a 5.500 rpm. El tiempo para alcanzar los 100 km/h a partir de 0 se redujo en 3,9 segundos, y la velocidad máxima del coche era de unos vertiginosos 315 km/h. Sólo Ferrari podía superar estas prestaciones en apenas 3km/h con su F40 de competición.

Fuente: La gran historia de Porsche (Stuart Gallagher - Helen Smith) 2003.

Imágenes del modelo a escala.










Pros: modelo bastante asequible y bien construido. Bien proporcionado también. Uno de mis Porsche favoritos.

Contras: no hallo nada que no me guste realmente, tal vez me hubiese gustado en otro color que resalte mas sus detalles.